viernes, 1 de abril de 2011

Agencia número 1: Cultural Care.

Familiares y amigos en Estados Unidos me recomendaron perfilarme para nanny de manera independiente, porque el sueldo de las au pairs es muy pero muy pequeño. Sin embargo, no quise arriesgarme a una negación de visa, por lo que decidí hacerlo a través de una agencia parasitaria que me indicase cómo hacer todo paso a paso y facilitase mi llegada a tierra americana.

Así que primero visité a mi representante de Cultural Care, que es la agencia más conocida en mi país y la misma que algunas excompañeras de preparatoria usaron para ir al extranjero a trabajar de niñeras. Me recibió la representante en su casa y con una limonada en la mesa, me llenó de información.
Admito que salí un poco desanimada porque ella me confesó que a las chicas de mi edad rara vez son escogidas, pues las familias prefieren chicas jóvenes, recién egresadas de la preparatoria que perfilen para ser sus hijas mayores y no otro adulto en casa al que ya no puedan dominar. Cosa rara. Yo soy psicóloga y tengo 25 años, y pensé que eso me daría alguna ventaja, pero en voz de la representante, no sería así.

Me dijo además que debía tener licencia de conducir con años de antigüedad, documento que yo no tenía, lo que causó decepción en la representante pues dijo que una aupair con una licencia reciente equivale a una aupair que tiene poca experiencia manejando, por lo que su proceso de selección se torna más difícil ya que la gran mayoría de las familias buscan chicas que tengan mucha experiencia al volante para fiarles el transporte de sus hijos. Tampoco sabía nadar aunque dije sí (no habría podido soportar otra cara de desilusión de la representante: ¿qué tal si me quitaba mi vaso de fresca limonada?). Así que no salí muy convencida de que pudiese seguir adelante con mi idea de trabajar en el extranjero. Sin embargo, la inquietud estaba ahí y sabía que tenía que hacer lo necesario para al menos decir que había intentado todas las opciones antes de desistir.

De Cultural Care me agradó que hay seguro por cancelación: si te casas, si encuentras un trabajo ultrarremunerado o  si envejeces antes del match (o sea, cumples los 27 y sigues sin familia), te devuelven tus 1600 pesos de la entrevista; lo cual era muy probable que me pasara a mí, debido a mi edad y a mi falta de paciencia para los procesos de selección. También me generó confianza que su seguro tuviese cobertura total, a excepción de la dental, claro; pero sobre todo, el hecho de que los dos pagos más pesados del programa (más de cinco mil pesos que equivalen a seis semanas de mi sueldo) se efectúan hasta que has acordado con una familia trabajar para ellos. Eso me beneficiaría mucho a mí, debido a que yo pediría un préstamo para cubrir esas cuotas y deseaba que pasara el menor tiempo posible entre el préstamo y mi primer sueldo como aupair.

Me explicó sobre el proceso: me dijo que la entrevista en inglés no la hacía ella si no una persona de la agencia vía telefónica y que en caso de no aprobarla, no avanzaría en el proceso. Es decir: no había riesgo de pagar una fuerte cantidad de dinero por el programa para que después me dijesen que no era apta para tal.

Con el sentimiento de ser muy vieja y poco rentable para una familia extranjera buscando hacer valer sus millones, me despedí de la representante y le aseguré que la llamaría en cuanto hubiese atendido los dos pendientes que me mantenían en mi país: mi titulación y mi tratamiento de ortodoncia.

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