sábado, 15 de octubre de 2011

Estrenando.

Pues sí, ya me estrené. Di el primer golpe con 'mi' coche.

No es una gran historia. Tampoco tengo una buena justificación. Es decir, no di el golpe debido a una situación excepcional que lo ameritara, como, que un volcán emergió de la nada y al intentar rodearlo, golpeé una roca volcánica que cayó a mi lado. Ni tampoco tenía una buena excusa, que sonara como a que transporté al último ejemplar de rinoceronte blanco en el cofre para llevarlo a un refugio.

No.

La verdad es que di el golpe porque soy una estúpida. Porque mi dominio en las maniobras de reversa es básicamente nulo. Porque confié demasiado en que podría poner en práctica mis conocimientos y habilidades al volante en cualquier escenario aunque fuese desconocido. Porque mi percepción de las distancias es tan mala que necesito bajarme del auto a verificar si tengo suficiente espacio o no para salir. Porque simplemente manejar nunca será una habilidad en la que pueda confiar.

Resulta que el carpintero estaba en la casa haciendo unas reparaciones. Dejó estacionado su coche detrás del mío. Y a mi derecha estaba el amado coche antiguo de mi hostdad. Mi intención era salir en diagonal, esquivando el coche del carpintero y formándome detrás del arca de Noé con ruedas. Pero  al hacerlo, perdí la perspectiva y terminé embarrándome contra el coche antiguo. A mi coche no le pasó nada, pero la defensa del coche de mi hostjefe, no corrió con la misma suerte y terminó hecha churrito.

La chillonería, la culpa, el deseo de hacer volver el tiempo y de preferencia con cinco centímetros de distancia, y las amenazas mentales a mí misma sobre cambiar de familia o abandonar el programa por falta de capacidad, ya sucedieron y ya las dejé atrás. Así que ahora, sólo me queda palomear un error más en la lista.

Sí, a la lista de mis errores en este país, además de darle gomitas a un bebé con tres dientes creyendo que eran lo suficientemente suaves para deglutirlas, confundir thirteen con thirty, haber llegado tarde a trabajar y con las lagañas en su lugar por haber confiado en que podría dormitar sólo cinco minutitos y despertarme a buena hora, y dejar algunas piezas de rompecabezas debajo de los sillones por no barrer después de que mis críos juegan, se le suma haber dado un buen golpazo de reversa.

Y los que faltan.

1 comentario:

Monii AuPair dijo...

Hay Dios!! el tema no es ese, errores cometemos todos! jajaj.. el caso es que te dijeron tus host, como reaccionaron???