domingo, 2 de octubre de 2011

Honeymoon

Cuando pedí información para sumarle el trabajo en el extranjero a mi historia de vida, la directora de una de las agencias que consulté me contó que cuando las au pairs llegan a Estados Unidos entran en una etapa de luna de miel profunda y todo les parece perfecto, por lo menos por un mes. Sienten que es el trabajo de su vida, que aman a la familia y que nacieron para vivir al american style. 

Bueno, pues eso no me pasó a mí. A pesar de que mi primer mes aquí ha resultado bastante aceptable porque valoro tener unos hostparents respetuosos de mi horario de trabajo, bastante despreocupados -que no les importe demasiado salir después de la hora de dormir para buscar a su au pair extraviada-, que comparten abiertamente su casa conmigo -desde el champú y los postres hasta las labores diarias como vaciar el lavavajillas- y unos niños, aunque caprichosos, bastante domesticados; no sentí ninguna fascinación por mi nueva vida.

No misunderstandings: me encanta estar aquí -con todo lo que eso implica-. Pero en ningún día de mi primer mes sentí que estuviese en la cima de una montaña rusa, comiéndome un helado de triple chocolate Häagen Dazs, escuchando una rola beatle y teniendo un orgasmo clitoreo al mismo tiempo.

Si bien siempre supe que venía a trabajar y que esto no era un viaje de placer (lo cual considero que  me ha servido mucho, como para no estar lloriqueando  a diario por mi novio, mi mamá y mis fines de semana alcoholizados), no imaginé cómo ciertos factores podrían entorpecer esa luna de miel que en otra agencia me prometieron.

No pensé que sería tan aburrido.
No pensé que sería tan difícil manejar (o dicho de otro modo: no sabía cuán mal manejaba yo.)
No pensé que extrañaría tanto la comida.
No pensé que acá todo sería tan caro.

¡Mi horario de trabajo es fabuloso! Si viviera en México. Acá, sin amigos, sin una plaza comercial, sin un bar cercano donde toquen buena música, los weekends off sirven de muy poco. Mi mayor entretenmiento después del internet y mirar el techo sin descanso, es torturar mayates americanos (no sé qué insecto sean, pero si los aplastas, en venganza sueltan un hedor terrible). Una vez le puse pasta dental a uno y se veía bastante fancy con su cubierta azul nacarada. Es decir: me aburro terriblemente si no hay un alma piadosa que venga a sacarme -montada en un vehículo motorizado- del tedio que es vivir en un bosque. Y ello nos lleva a la queja número dos: la imposibilidad de manejar.

Durante el match, la familia me dijo que todo servicio me quedaba 'cerca' de casa: gimnasio, cine, mall, Starbucks y bares. Todos esos lugares donde una persona de mi edad quiere pasar su tiempo libre. Cuando llegué aquí, supe que 'cerca' significaba 'quince minutos en coche', o lo que es lo mismo: 'imposible llegar ahí caminando'. Entonces, a pesar de que ellos me prestan su automóvil para que vaya a donde quiera, yo estoy tan aterrada con respecto a las diferencias de tránsito entre este país y el mío (¡aquí los semáforos no parpadean en verde!) y me siento tan poco apta para manejar en una vialidad de tipo carretero, que lo último que quiero es ponerme tras el volante.

En cuanto a la comida, tuve mi propio trip. Uno bastante infantil pero lo suficientemente significativo como para pensar que no padecería. Pensé que sería feliz comiendo en Dunkin Donuts a diario, que nunca me hastiaría de los helados Ben & Jerry's que en México son carísimos, que me fascinaría llenar mi carrito de súpermercado con mucha, mucha junk food disponible únicamente en este país. ¡Y así fue! La primera semana.
Ayer me regocijé al encontrar un chorizo mexicano de muy buen sabor, aunque lamenté que las tortillas de maíz fuesen tan malas. (Aún no encuentro unas que sepan igual que las de allá). Es curioso: uno viene a un país distinto a probar su cultura, y termina por buscar lo más parecido a la de origen. A veces no como porque no se me antojan sus congelados listos para calentar y servir. Tengo ganas de un arroz rojo con chícharos como el que hace mi mamá y unos frijolitos refritos con queso ranchero encima. Y bueno, la posibilidad de que mi arroz resulte como el de mi mamá es bastante, bastante, improbable, por lo que creo que no volveré a probar un buen arroz sino hasta el año entrante.

Por último: el dinero. Cuando yo hice la conversión de 195.75 dólares a pesos mexicanos, me dio un resultado mayor de lo que yo ganaba semanalmente en mi empleo en México, así que pensé que con mi sueldo de au pair podría darme la gran vida. Pero no fue así.
A diferencia del lugar donde yo vivo, acá todo es de marca y cuesta lo que cuesta una marca. Yo en México no compraba un champú Pantene de setenta pesos, sino que buscaba otros más económicos de marcas nacionales y el resultado nunca me dio problema. No compraba cosméticos Maybelline ni usaba jamás un esmalte de uñas Covergirl de cien pesos. Si quería un bote de helado, no me compraba uno de marca alemana de ochenta pesos, sino que confiaba siempre en la buena Holanda y sus litros de veinticinco pesitos. Siempre buscaba las alternativas más económicas. Acá, no hay tales. ¿Quieres una sombra, un polvo compacto o un esmalte? Diez, doce, quince dólares. ¿Zapatos? Cuarenta dólares. ¿Un a bolita de helado? Cuatro dólares. ¿Viajar en taxi? Cincuenta dólares por una distancia irrisoria.
Aun así, supongo que el dinero alcanza bien para la mayoría de las chicas. Pero para mí que debo dividirme entre mi familia, mi deuda y mi vida americana, de mis diez mil pesos mensuales me viene quedando lo suficiente para comprarme un champú Pantene.

Como sea, esto es sólo el principio de mi año. Un año que a pesar de su aislamiento social, sus precios altos y sus extrañas reglas de tránsito, pienso vivir completito, aunque esto sea como un matrimonio sin luna de miel y aunque nunca pueda comprarme dos pares de zapatos un mismo fin de semana.

5 comentarios:

Monii AuPair dijo...

Que buen post!! Siempre me gusta leer lo que escribes!! De verdad que el sueldo de au pair no alcanza para mucho, y todo el mundo espera que cuando regresemos a nuestra casa vengamos cargadas de dinero!!!! :(

Unknown dijo...

Primero que nada FELIZ FELIZ CUMPLEAÑOS!! porque pasé tarde por este blog y ya habia pasado ese post jiji

La verdad que con mi match tengo ese miedo, de que me dicen 'estas cerca de todo, a 15 min en auto' pero yo veo la ciudad en el google maps y no veo mas que campo alrededor y la ciudad centrica mas cercana la veo mas lejos que a 15 minutos.. y todavia no me aclararon si voy a tener auto o no, lo cual tampoco me preocupa tanto tenerlo, porque si me preocupa mi escasa experiencia tras el volante.. cosa que me preocupa porque voy a tener que llevar a la niña mas grande a la escuela en esa famosa ciudad tan "cercana"... pero bueno vere, porque la familia me gusta cada vez mas y son cosas que podria llegar a tolerar, o a practicar en caso del manejo jajaja
Con respecto al dinero, yo voy con el pensamiento de que no me va a alcanzar para nada, cosa de cualquier acontecimiento positivo sea una sorpresa jaja
Bueno espero que tu economia mejore, quizas encontrar algun antro que vendan ropa mas barata, que no sea de marca, quizas solo hay que buscar :P
saludos! :)

Lucy dijo...

Frustracion total tener que depender de tus Host parents para ir a cualquier lugar. A mi me motivan y motivan a salir, pero como diantres salgo de aqui si usan el unico carro que ya casi puedo manejar? No no, a la estupida idea de extender ya solo le queda un 20% de probabilidades. Estoy encabronada pero siempre tengo que tener mi sonrisa como si fuera sincera. Ya me siento hipocrita.

Anónimo dijo...

Por que es tan caro donde vives?! A mi mas bien me parece que todo es economico jaja, es cuestion de buscar las tiendas indicadas & aprender un poco sobre las marcas ...

Sobre la manejada te puedo recomendar que tomes el Driver's Ed, aqui en Maryland vale $370, pero te va a servir muxisimo, son 30 horas donde aprendes todo sobre las leyes & el manejo en USA ademas de 6 horas de practica al volante, yo lo estoy haciendo & te juro que me ha servido un monton

Anónimo dijo...

Yo sé que este post es de hace 2 años pero por si hay alguien que lea como yo, sólo debo decir que no todo es tan caro. No si lo sabes buscar. JAMÁS compré shampoo o maquillaje tan caro, y te puedo asegurar que en el mismísimo Target o Wal-Mart hay gloss de marca a 3 USD. Incluso (como digo, si sabes buscar) llegué a comprar RALPH LAUREN a no más de 10 USD, o algo más común, como Abercrombie a 5 USD. LO MEJOR, UNAS BOTAS RALPH LAUREN A 100 USD. Todo es dependiendo de adónde vayas (no tanto por estado, sino por tienda) para encontrar algo así. Just saying (: