martes, 16 de agosto de 2011

De los ocho mil pendientes que toda au pair debe atender antes de dejar su país

Mi lista particular de pendientes antesdepartir va más o menos así:

1.- Titularme. Ya estuvo, gracias a Dios y a todas la burocracia celestial por facilitar el trámite en los últimos meses, y hacer llegar mi petición a la autoridad divina competente. Finalmente presenté mi examen recepcional y fui muy feliz después de cuatro larguísimos años de tedio tesístico.
2.- Quitarme los brackets. Después de cinco años y medio de hojalatería dental, finalmente mis dientes se libraron del metal y ahora son felices desnudos e impúdicos. Sin embargo, para ello, tuve que rogarle un poco al dentista, ya que mi tratamiento no se había completado, pero no quería pasar un sexto año con frenos.
3.- Tomar un curso exprés de 'mejore su desempeño en la cocina'. Si bien sé cocinar, la verdad es que para ello ensucio más trastes de los estrictamente necesarios, salpico más aceite del que cualquier ama de casa quisiese limpiar de su estufa, y me desplazo innecesariamente por la cocina buscando volteadores, sartenes, cucharas y mil artefactos más en lugar de tenerlos todos a la mano. Tengo una semana y nada más, para aprender los secretos maternales sobre la practicidad en la cocina.
 4.- Tomar un curso exprés de 'estaciónese sin pena'. Manejar constituye mi mayor preocupación y riesgo de rematch. Todavía a veces me pregunto por qué acepté trabajar para una familia que requiere que transporte a sus hijos todos los días, si mis dotes para estacionarme son pé-si-mos. (Y también un poco lo son, mis dotes para incorporarme a grandes avenidas sin que me echen aguas). Tomaré muy en serio la semana que me queda para tomar un curso intensivo para aprender a estacionarme en menos de 94 intentos.
5.- Hacer las respectivas despedidas maritales. Se supone que mi novio esperará un año por mí y cuando yo regrese a México, volveré a sus brazos otra vez. Entonces nos casaremos, rentaremos y viviremos con las deudas al cuello. Pero para ello, yo primero necesito hacer y recibir las respectivas promesas de amor. De paso, también necesito preparación mental para el larguísimo año de celibato que me espera.
6.- Comprar regalos. He postergado la labor para el último de mis días en México. Para ver si entonces se me ocurre un buen regalo para darles a mis pequeñuelos. Trabajar bajo presión siempre ha funcionado para mí. Presión, por favor no me falles esta vez.

...Continuará. (¡Porque ya es mi hora de salida y no pienso regalarle un segundo más a Slim!).

2 comentarios:

mariel_maeu dijo...

jajajaja insissssssstoo amo tu manera de escribir!! jajaja me encanta!

Cada vez se acerca mas la fecha de la partidaaa! que emoción!!

Lucy dijo...

jajajaja en la manejada mi super mega debilidad es la estacionada, a veces lo hago en 2 movimientos a veces pierdo la cuenta jiji, te comprendo totalmente!! Cocina, ya no soy tan desastrosa como antes y lo del celibato jajaja, igual ando en preparación mental super intensa!!